MES DE MAYO - Día 30

Hoy nos vamos hasta Ciudad Real, una casa en la que muchas de nosotras dimos los primeros pasos en la vida religiosa y que vuelve a acoger el Noviciado de las Provincias de Europa.
Y nos vamos hasta allí, porque aquella casa acoje también una enfermería y queremos agradecer a la Virgen la entrega generosa e incondicional de todas las Religiosas de María Inmaculada que se han sabido responder a la gracia de ser fieles al compromiso hasta la muerte. Ellas escriben las páginas más ricas de nuestra historia. 
La Virgen del Noviciado, que acogió los primeros pasos de su entrega, acoge también ahora en su corazón en atardecer de sus vidas. Allí, a los pies de la Virgen traemos a la memoria a todas las que viven su última etapa en las enfermerías o en cualquiera de las casas de la Congregación, y por ellas entonamos un Magnificat.

El piadoso ejercicio del 'Mes de mayo' nos invita a presentar hoy una flor de lirio a María, Lirio purísimo y con él entregarle el amor que recibimos de Jesús para que se aumente el número de personas santas.