lunes, 11 de diciembre de 2023

Reglas particulares y generales

 

 


Entre el 8 y el 11 de diciembre de 1911 escribió M. María Teresa Orti una carta circular a las 16 comunidades que componían el Instituto. La costumbre de que la Madre General se dirija a la Congregación con motivo de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María se formalizó con M. María de la Cruz Gil Marquina, hasta entonces era la fiesta de Navidad la que motivaba una comunicación de la M. General a todas las religiosas del Instituto.

M. María Teresa Orti escribió en torno la fiesta de la Inmaculada por lo menos en dos ocasiones muy particulares, la primera en 1904 con motivo del cincuentenario de la proclamación del dogma y la segunda en 1911 para entregar al Instituto la segunda edición de las ‘Prácticas y costumbres’ y la primera edición impresa de las “Reglas generales y particulares” y el “Reglamento para las acogidas”. Las Reglas y el Reglamente habían sido redactadas en parte por Santa Vicenta María, completadas por la misma M. María Teresa y aprobadas por el V Capítutlo General celebrado en Madrid el 1 al 4 de septiembre de 1911.

Tal vez sobran los comentarios al texto que sigue siendo un reclamo a la propia santidad para quienes nos seguimos sintiendo llamadas a recorrer la senda marcada por Santa Vicenta María y por todas las que nos han precedido.

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V.J.

Dicbre de 1.911

 

Muy amadas Mes y Hnas de esta Casa de Madrid[1]: Con esta carta recibirán la 2.ª edición del librito de nuestras Prácticas y también la de las Reglas generales y particulares con el Reglamento de nuestras acogidas. Todas llevan alguna variación según la experiencia, por los acontecimientos que el tiempo lleva en sí, ha hecho ver ser convenientes.

Espero fundadamente que recibirán estos libros con reverencia y amor, como quien recibe la patente de Hija predilecta de la Stma. Virgen, el documento que acredita ser Esposa de Jesucristo, el título que da derecho a ocupar un trono en el reino de los Cielos, que todo esto representan para nosotras nuestras santas Reglas.

¡Con cuánto esmero y fervor debemos pues practicar lo que ellas nos enseñan y mandan! La que así lo hiciere, se santificará a imitación de S. Juan Berchmans, esto es, sin necesidad de buscar medio alguno fuera de los que ellas nos indican.

Sepan que tales Reglas, además del trabajo grande que se tomó nuestra santa Madre para hacerlas, se han seguido puliendo sin dejar perder un punto siquiera de aquello que esa experiencia de los años y hechos ha dado a conocer nos facilitará la observancia y con ella la propia santificación.

El trabajo que en esto se han tomado quienes lo han hecho, no será perdido aunque hubiese Religiosas tibias que, desestimándolo, no lo aprovechasen para sí; más para animarlas, pues el buen ejemplo estimula, puedo decirles con verdad que de las casi quinientas de que hoy, por la misericordia de Dios, se compone el Instituto, quizás no pudiera señalarse una docena que no trabaje “con todo empeño en el Señor” por guardar la exacta observancia.

Esto desea y pide de todo corazón a Dios nuestro Señor y a su Madre Inmaculada para sí y para todas su M. en el mismo Señor que las bendice y les pide sus oraciones

María Teresa Orti

Hija d M.I.



[1] En cada una de las copias aparece el nombre de la casa a la que va dirigida.