Madrid. Puerta de Sol. Mediados del s. XIX |
La intuición apostólica de Manuel María Vicuña, que germinó en una «sala
de convalencientes» en el interior del Hospital de San Juan de Dios en Madrid,
bajo la dirección de la Hermana mayor de la Congregación de la Doctrina
Cristiana, doña Ignacia Rico de Grande y de doña María Eulalia Vicuña, comenzó
a dar claras señales de buena y prolongada cosecha, cuando el 21 de abril de
1845, doña Ignacia Rico de Grande y la señorita Micaela Desmasièrs inauguraron,
en la Calle de Dos Amigos, el «Colegio de
María Santísima de los Desamparados» con el fin de «recoger e instruir a las mujeres arrepentidas que lo solicitaren al
salir del Hospital de S. Juan de Dios».
Santa María Micaela del Santísimo Sacramento |
La dirección del Colegio la
encomendaron a una Junta de Señoras, formada por las Marquesas de Malpica y de
Alcañices, la Condesa de Zaldívar y Dª Mª Teresa Gaviña.
Santa Vicenta María López y Vicuña |
El tiempo, los
acontecimientos que se sucedieron posteriormente y el gran celo apostólico de
santa María Micaela y de los hermanos Vicuña regalarán a la sociedad y a la
Iglesia dos instituciones que garantizarán su misión con la fundación de dos
congregaciones religiosas: Las Esclavas del Santísimo Sacramento y las
Religiosas de María Inmaculada