Con trazos a veces pequeños y casi imperceptibles, Dios sigue escribiendo para nosotros una historia de salvación
en la que somos artífices y destinatarios siempre que nos abandonamos al plan
divino, como la pluma en manos del escritor.
El
día 11 de mayo de 1904, en Madrid, las Hijas de la Caridad se hicieron cargo de la Hospedería del Patrocinio en la
calle de la Bola, que dejaban las Religiosas de María Inmaculada tras dos años
al frente de la misma. Las Hermanas había acogido con mucha ilusión el encargo
de la Hospedería porque los fines que se proponían eran muy parecidos a la
misión apostólica de la Congregación y porque entre los muros de aquella casa,
las primeras generaciones de religiosas de María Inmaculada, habían vivido experiencisa
y momentos muy significativos para la naciente Congregación, pero la amplitud
de servicios que la Hospedería presendía acabaron por desbordar los límites del
propio carisma de las Hermanas del Servicio Doméstico y su paso a manos de las Hijas de la Caridad[1].
Antigua estación de Casetas |
Pero
en esta ocasión queremos referirnos no sólo a ‘un día como hoy’ sino a hoy
mismo: 11 de mayo de 2020, cuando la Parroquia de San Miguel Arcángel, en
Casetas, reabre sus puertas tras el cierre impuesto por la pandemia del Covid
19.
Casetas, una Junta Vecinal de
Zaragoza, situada al oeste de la ciudad, nos trae al recuerdo anécdotas
entrañables por haber sido nudo ferroviario, a partir de 1861, entre las líneas Madrid-Zaragoza y Zaragoza-Pamplona.
Regresando de Cascante a Madrid con su tía doña
María Eulalia, en septiembre de 1872, Santa Vicenta María, narra a sus padres:
"Al apearnos en
Casetas se presentó en la ventanilla un empleado del ferrocarril que, como si
nos conociera y fuese persona interesada, nos tomó los bultos y sirvió de apoyo
para bajar, con una atención y finura extraordinarias; nos enteró de que el
tren de Zaragoza no había llegado todavía y nos sentamos en la estación con
toda comodidad: enseguida vino D. Pablo y, mientras llegó el tren, echamos con
él un párrafo de mística muy bueno. A la sazón se presenta una muy excelente
mujer que la conocemos de haber servido a los hermanos de Emerenciana, con
cualidades poco comunes; no sabía qué hacerse con nosotras; cargó con todos los
trastos hasta que nos dejó perfectamente colocadas en el nuevo carruaje; sin
conocerla, no es fácil concebir el consuelo que daba esa mujer".[2]
Años
más tarde, la M. Vicenta María Romero Yagüe, superiora de la casa de Barcelona, quiso
obsequiar a la comunidad de Burgos con una imagen del Niño Jesús y para el
envío se sirvió de una bienhechora, pero la señorita Carmen Puentes llegó a
Burgos sin la imagen porque en el trasbordo de Casetas, se la dejó olvidada en
el tren. Las hermanas burgalesas esperaban con mucho entusiasmo el regalo y no queriendo perderlo, reaccionaron pronto
a la desilusión y empezaron una novena a San Antonio hasta que supieron que otra
señora había recogido del tren el preciado objeto y aquel Niño Jesús llegó a su destino,
con cinco días de retraso el 22 de febrero de 1899.
Imagen de San José en su nueva y definitiva ubicación |
Pero
si hoy dejamos volar el pensamiento y un entrañable sentimiento de gratitud
hasta Casetas, no es por su antigua estación de ferrocarril, sino porque en su
templo parroquial, donde se venera la imagen de Nuestra Señora de la Rosa,
patrona del lugar, luce una imagen de San José depositaria de muchas miradas y
de muchas plegarias que a lo largo de sesenta años le dirigieron en Santander
las hijas de Santa Vicenta María López y Vicuña y las jóvenes que pasaron por
aquel Colegio de María Inmaculada de la calle de Canalejas.
En
el año 2018, la Comunidad salió de Santander y la imagen de San José encontró
un refugio transitorio en la casa natal de la Madre Fundadora, en Cascante. Por allí pasó
providencialmente un domingo de octubre de 2019, el párroco de San Miguel
Arcángel de Casetas, Rdo. D. Ángel Arrebola Fernández y la ocasión fue propicia
para que la superiora de la casa, H. María Adoración de Corta y H. Concepción Notario, le
ofrecieran aquella imagen de San José que desde hoy, 11 de mayo de 2020, recibe la
veneración de los casetanos y su Niño bendice complacido el continuo sucederse
de visitas que los parroquianos hacen a su Patrona la Virgen de la Rosa.
Capilla de la Virgen de la Rosa y de San José en la Parroquia de San Miguel Arcángel, Casetas |
[1] Cf. María
Digna Díaz Pérez rmi, Historia de la Congregación de Religiosas de
María Inmaculada, t. 2.1:M. María Teresa
Orti y Muñoz, primera sucesora de Santa Vicenta María, fundadora de la
Congregació, (1891-1925), Madrid 2018, p. 350-354.
[2] Carta
de San Vicenta María a sus padres en Cascante. Madrid 27 de septiembre de 1872.
CarSVM, n. 202, t. I, p. 202.
Maria Digna,hermoso relato de nuestra historia de la Congregación. Mil gracias por ponernos al día.
ResponderEliminarGRACIAS a ti. Un abrazo
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