6 de febrero

Casa natal de Santa Vicenta María en Cascante

Leí en alguna parte que "la casualidad es la Providencia de Dios cuando no quiere poner su firma"... no sé si es eso. Sí sé que no creo en la casualidad, porque creo que en todo lo que ocurre, podemos descubrir siempre una manifestación de la amorosa Providencia de Dios que con amor de Padre vela continuamente sobre nosotros...
El segundo semestre del año 1868, transcurrido en Cascante, podemos considerarlo, sin temor a equivocarnos, como la etapa más dolorosa de la vida de Santa Vicenta María, que se concluyó con la autorización de su padre, que le dejaba vía libre, para dedicarse por completo a la "Obra de acogida y protección de las sirvientas en Madrid".
¿Quién lo diría? Un sábado de carnaval, 6 de febrero de 1869 llegó santa Vicenta María a Madrid, libre de toda atadura humana para trabajar sin descanso por liberar de la amenaza de esclavitud del pecado a las mujeres más jóvenes que llegaban a la capital en busca de un medio de subsistencia.

Habitación donde falleció Santa Vicenta María, convertida en Oratorio

Años más tarde, a más distancia del carnaval, pero también el 6 de febrero, ahora en 1893, sus hijas, las Religiosas de María Inmaculada, recibieron de D. Diego Alcolea, secretario del Obispado, la licencia que concedía D. José María Cos y Macho, Obispo de Madrid Alcalá, para que pudiera celebrarse Misa en el Oratorio que la Comunidad de la Casa Madre tenía establecido ya en la habitación en la que había muerto la Madre Fundadora, algo más de tres años antes, el 26 de diciembre de 1890.