miércoles, 20 de noviembre de 2019

Un día como hoy... 21 de noviembre


Las Religiosas de María Inmaculada, el día 21 de noviembre, memoria de la Presentación al Templo de la Santísima Virgen, y el día de la Solemnidad de la Santísima Trinidad, renovamos publicamente nuestros votos. Es un acto devocional pero que entraña el  sello de la historia ya centenaria de la Congregación, aunque con el paso del tiempo, haya experiementado algunos matices en su forma.

Renovación de votos


Casa Madre. Detalle del Altar de la Capilla de
Santa Vicenta María
En las Constituciones de 1882, escritas por Santa Vicenta María y aprobadas por el Cardenal Moreno se determina que:

Dos veces al año renovarán
y confirmarán sus votos, tanto las que hubieren hecho solamente los primeros, como las que ya hubieren hecho los últimos. (Const. RMI, 1882, 4ª [199]).

Las renovaciones, en la Solemnidad de la Santísima Trinidad y en la fiesta de la Presentación de María[1] fueron, en los primeros años de la Congregación, las únicas renovaciones de votos que se hacían en la Congregación: las religiosas de votos temporales renovaban en público el día de la Santísima Trinidad y en privado el de la Presentación, mientras que las profesas de votos perpetuos renovaban en privado las dos veces.
Por tanto, en los primeros años, era devocional para todos los miembros del Instituto la renovación de la fiesta de la Presentación de María, mientras que la renovación en la Solemnidad de la Santísima Trinidad era de devoción solamente para las profesas de votos perpetuos, para las de votos temporales era la renovación canónica de su primera profesión.
Santa Vicenta María, por seguir un ejemplo documentable, hizo sus primeros votos el 16 de junio de 1878 y todas sus renovaciones en la Solemnidad de la Santísima Trinidad, que solamente coincidió con esa fecha en 1889[2].
Esta práctica se mantuvo hasta que en 1905, las religiosas de votos temporales empezaron a renovar el mismo día que se cumplía el año de su profesión o de la renovación anterior, como lo hacemos ahora, pero manteniendo la costumbre de renovar, por devoción, en las fechas y modalidad en que se venía haciendo en la Congregación.
Las Constituciones de 1905 determinan que:
Los votos se renuevan el mismo día en que se cumple el año, de modo que la Religiosa no quede jamás sin votos, y esta re­novación debe ser pública y anotarse el acto en un libro firmándolo la profesa y la Superiora o una dele­gada suya. (Const. RMI, 1905, V, 27).
Además de la renovación canónica dicha anteriormente, todas las de primeros votos los renovarán en público en la fiesta de la Santíma Trinidad, aniversario de la fundación del Instituto, y también los renovarán, aunque privada­mente, el día de la Presen­tación de la Santísima Virgen. Para estas dos renovaciones se prepararán con un triduo de Ejercicios espirituales. (Const. RMI, 1905, V, 29).

A partir de entonces, es decir, de 1905, las renovaciones de la Santísima Trinidad y la Presentación, se mantuvieron “por devoción” para las Hermanas de primeros votos y las hacían: el día de la Santísima Trinidad en público ante la Sagrada Forma y el día de la Presentación en privado.
El Capítulo de 1968 determinó que todas, junioras y profesas, hicieron una sola renovación de devoción, el día de la Santísima Trinidad y que fuera pública y comunitaria. Las Constituciones, que conocemos “de 1968” no se imprimieron hasta 1971 y la disposición del Capítulo se hizo efectiva a partir de 1973.

Para que todas recordemos la importancia de nuestra consagración a Dios, cada año tendremos una renovación comunitaria de la profesión en la solemnidad de la Santísima Trinidad. (Const. RMI, 1968 [1971], n. 99).

Las Constituciones omitieron la renovación del día de la Presentación, que fue recuperada por el Capítulo General de 1973 y recogida en el Directorio:
Renovaremos comunitariamente los votos dos veces al año: el día de la Santísima Trinidad, aniversario de la fundación del Instituto, en público; y el de la Presentación de la Santísima Virgen, en privado. (Directorio RMI, 1973, n. 49)

Las Constituciones de 1987 recuperan, en parte, la práctica antigua, y determinan que las renovaciones de devoción sean comunitarias y dos veces al año: Santísima Trinidad y Presentación de María:
Para expresar la vivencia gozosa de nuestra consagración a Dios, renovamos comunitariamente los votos dos veces al año: el día de la Santísima Trinidad, aniversario de la fundación del Instituto, y el de la Presentación de la Santísima Virgen. (Const. RMI, 1987, n. 43)

Triduo de renovación

Con las renovaciones aparece la práctica de los triduos que hemos acabado llamando “de renovación” porque en su origen no era uno, sino dos, como preparación a cada una de las renovaciones de votos:
Cada mes tendrán un día de retiro, al semestre un triduo y al año ocho días de ejercicios. (Const. 1882, 17ª [225]).

Las Constituciones de 1897, son áun más explícitas al determinar los triduos:
Cada mes tendrán un día de retiro, cada semestre un triduo y al año diez días de Ejercicios. (Const 1897, XVIII.1).

La Madre Fundadora no tuvo la intención de que los triduos fueran algo parecido a tres días de Ejercicios espirituales, aunque sí fueran días en los que se observaba el silencio para facilitar un ambiente de oración. La necesidad que tuvo de explicar al P. Luis Carles SJ, en Barcelona, lo que se pretendía en ese retiro nos permite a nosotras conocer con detalle su pensamiento al respecto:
En estos triduos de renovación nadie deja sus cargos y oficios, y, por consiguiente, sólo se aumenta una meditación de la tarde, y media hora de examen práctico; los Padres que los dirijen señalan la materia para las meditaciones de mañana y tarde, y hacen la víspera de empezar una plática de preparación, y después en los países de abundancia, hacen una plática por la mañana y dan los puntos para la meditación de la tarde:; pero si eso fuera demasiado para aquí, nos contentaremos con una plática cada día, incluso la víspera, o bien dar puntos para la meditación de la tarde, a elección de V. o del Padre que lo ha de hacer. (Carta Al P. Luis Carles SJ. Barcelona, noviembre de 1889 en CarSVM, n. 1445, t. IV, p. 197).

Las Constituciones de 1905, aclaran cuál es la finalidad de los triduos y sus fechas:
Harán también un triduo de Ejercicios espirituales como preparación a cada una de las dos renovaciones de votos, esto es, en la fiesta de la Santísima Trinidad y en la Presentación de la Santísima Virgen. (Const. 1918, V, 97).

Así se mantuvo hasta el Capítulo de 1968, que eliminó un triduo, determinando la práctica de “un triduo anual” y lo desligó de las renovaciones de votos, que sí se mantuvieron en las fiestas de la Santísima Trinidad y de la Presentación de María. (Cf. Const. 1968, n. 62; 1982, n. 72; 1987, n. 72).
La Virgen del Pilar luciendo
el manto con el escudo
de la Congregación
 A lo largo de los años, la fecha del 21 de noviembre nos ha regalado algunas efemérides significativas y entrañables, por las que nos sentimos agradecidas.


El día 21 de noviembre de 1902: La «Congregación de Religiosas de María Inmaculada en su Residencia de Zaragoza» quedó inscrita en calidad de Honoraria a la Corte de Honor de María Santísima del Pilar, por lo cual adquiere el compromiso de rezar 3 Ave María cada día por los fines de la Corte de Honor. Ofrecer la Comunidad 3 Comuniones y 3 Misas al año por los fines de la Corte y las inscritas vivas y difuntas. Cuando Santa Vicenta María limitó la salida de las Hermanas a la calle, prohibió que se hicieran visitas incluso a iglesias o lugares notables de culto y devoción, con una única excepción: el Templo de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza.
Capilla del Noviciado
en Logroño


El día 21 de noviembre de 1915, el Obispo de Calahorra inauguró oficialmente en Logroño, un nuevo Noviciado para la formación de las que pretendían formar parte de la Congregación.



El día 21 de noviembre de 1929, el Santo Padre, Pío XI, recibió en audiencia especial a M. María de la Concepción Marqués, tercera Superiora General del Instituto.

M. María de la Concepción
Marqués y Puig

S.S. Pío XI














[1] Para Santa Vicenta María, como para toda la vida consagrada en la Iglesia Católica, el día de la Presentación de Virgen era, como el día de la vida consagrada.... más tarde, el Papa Pío XII, en el año 1953, instituyó en esa fecha la "Jornada pro orantibus" de manera oficial, con el fin de invitar a todos a agradecer a Dios la vida de los que en los conventos y monasterios se dedican principalmente a la oración. En 1997, San Juan Pablo II instituyó la "Jornada de la vida Consagrada" el día 2 de febrero, para recordar qué sería del mundo sin los religiosos.
[2] Santa Vicenta María hizo sus renovaciones de votos en público: el 8 de junio en 1879; 23 de mayo en 1880; 12 de junio en 1881; 4 de junio en 1882; 20 de mayo en 1883; 8 de junio en 1884; 31 de mayo en 1885; 20 de junio en 1886; 5 de junio en 1887; 27 de mayo en 1888; 16 de junio de 1889 y 1 de junio en 1890.

2 comentarios:

  1. Mil gracias, Maria Digna,por compartir tanta riqueza de nuestra historia congregacional. Dios te siga acompañando con la luz de su espíritu.Muy unidas en la Fiesta de la Presentación.
    Muchas felicidades a todas nuestras hermanas RMI.

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  2. Gracias por recordarnos algo tan nuestro en esta dia tan señalado para todas las RMI.
    Feliz dia y Autentica Renovación

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Agradezco sinceramente los comentarios. Si tienes alguna consulta para hacer acerca de cualquier tema relacionado con la historia del Instituto y esperas respuesta, por favor, deja un contacto en el mismo comentario o en la dirección de correo histrmi@gmail.com. GRACIAS