Cien años en Ciudad Real
En la
Navidad de 1917, M. María Teresa Orti, pudo suavizar sus cartas a las
comunidades con una noticia agradable:
la fundación en Ciudad Real. La inauguración estaba ya prevista para el día 1
de enero. Saldrían de Madrid la mitad de las fundadoras a las 12 del mediodía
del domingo 30 de diciembre para llegar a Ciudad a las siete de la tarde. El
día 31 tendrían misa calladita y el
día de la Circuncisión del Señor, «la
fiesta inaugural, con la particularidad de tomar en ella la toquilla la
fundadora, [Teresa Medrano Rosales] quien
nos da la casa que es hermosa, con jardín grande, un corral que es más grande
que una plaza de pueblo y otro patio central con plantas y piso bajo y
principal con galería de cristales. Da también una tiendita, Dios se lo pague
todo y le dé ser una buena religiosa como así esperamos, pues aunque tiene
años, su vocación es muy antigua, pero no podía dejar a su madre anciana, ella
tiene 42 años y una cara joven».
El invierno de aquel año fue muy duro… España hizo el cambio
de año bajo un temporal de nieves que incomunicó algunas regiones…. La Madre General
no pudo controlar agotamiento, preocupaciones, problemas, su debilitada salud y
una tempraturas que, en Madrid, alcanzó los 5 grados bajo cero dentro de casa…
y del 29 de diciembre al 5 de enero, M. María Teresa, se vio obligada a guardar
cama a 3 grados bajo cero en su habitación, a pesar de tenerlo todo cerradito.
El día
30 esperaban en Ciudad Real a las religiosas pero en Madrid, a la hora de salir
de casa, no circulaban ni coches, ni tanvías, y «se quedaron pues, y como la fiesta estaba preparada con invitaciones y
demás para el 1.º, salieron el 31 en el tranvía y sin equipajes; pues ni
ómnibus, ni coches de punto, ni carros, salían a la calle. En fin, ya están
allí y esperamos será para gloria de Dios, solo están 5; 3 Madres y 2 Hermanas,
pues dos que habían de salir de Toledo y fue imposible por no salir los coches
para la estación».
El día
31 salieron de Madrid, no tres, sino cuatro religiosas de la clase de
directoras: M. Presentación de María Arruego, M. Ramona Serrano, M.
Consuelo de María Angulo y M. Sara Cabrerizo.
El día
de Año Nuevo, con las que pudieron viajar, D. Francisco Javier de Irastorza y
Loinaz, Obispo de Ciudad Real, tal y como estaba previsto, celebró la Eucaristía
y dejó reservado el Santísimo Sacramento, pero no impuso la toquilla de
postulante a la fundadora porque su familia no
querría asistir a la fiesta de inauguración. El desacuerdo propició una
nueva celebración para el 7 de febrero[1], en que le fue impuesta la toquilla a
Teresa Medrano, cuando rondaba ya los cuarenta y cinco años de edad, aunque, al
parecer, la M. General veía tan joven que le rebajó tres años de su edad.
Teresa
Medrano vistió el hábito de la Congregación, también en Ciudad Real, el 26 de
julio de aquel mismo año, con el nombre de María del Prado; hizo sus primeros
votos en Madrid el 31 de julio de 1920 y emitió la profesión perpetua también
en la fiesta de San Ignacio en el año 1925. Un mes antes de que se cumpleran los treinta y un años de su pertenencia a la Congregación y en su misma casa de
Ciudad Real, falleció el 7 de enero de 1949.
Una
laguna de catorce largos meses en las crónicas de la comunidad nos impiden conocer
detalles de su etapa final, de su oblación definitiva a la llamada del Señor y
de cómo vivió la comunidad de Ciudad Real su despedida.
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[1] La ceremonia se retrasó, por evitar un desacuerdo familiar, para el día de Reyes, pero al fin parece que tuvo lugar el día 7 de febrero. (Agradezco a H. Angustias Ruiz, Secretaria y Archivera General, su anotación que me permite corregir el error).
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[1] La ceremonia se retrasó, por evitar un desacuerdo familiar, para el día de Reyes, pero al fin parece que tuvo lugar el día 7 de febrero. (Agradezco a H. Angustias Ruiz, Secretaria y Archivera General, su anotación que me permite corregir el error).
Mil gracias Maria Digna,por hacernos llegar esta historia de la Fundación de la Casa de Ciudad Real.Me uno de todo corazón a las Hermanas de la Comunidad en esta ACCIÓN DE GRACIAS por su Centenario.Me trae muchos y lindos recuerdos que vivi en esa linda casa Noviciado.!Demos gracias a Dios por todo!
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