Llevaban apenas dos meses las Religiosas de María Inmaculada
instaladas en el número 1.126 de la Calle Pedro Moreno, en la ciudad de
Guadalajara (México). En la casa había diecisiete jóvenes internas y las
religiosas tenían organizada ya la “Asociación de Santa Zita” para sirvientas.
El 17 de junio de 1922, un cuadro de santa Vicenta María y una imagen de la Inmaculada
presidían la sala, engalanada con una alfombra prestada, y un tapete “muy mono”,
para cubrir la mesa en la que tomó asiento el siervo de Dios, D. Francisco
Orozco y Jiménez, Arzobispo de Guadalajara. Le acompañaban otros cuatro
sacerdotes, la superiora de la comunidad, M. Gloria de María Gumà y Soler, y la
Presidenta General de las Damas de la ciudad de Guadalajara. Unas cuarenta
señoras y señoritas simpatizantes de la casa, colaboradoras y bienhechoras de
la obra apostólica completaban la “Junta de Señoras” que allí se celebraba para
nombrar cargos. Resultó elegida Presidenta, Elena Camarena, con gran alegría de
la comunidad; y Tesorera “una señorita muy piadosa, educada en el Sagrado
Corazón”.
Además del nombramiento de los cargos, la Junta acordó
cambiar el nombre de “Asociación de Santa Zita” por el de “Liga Protectora del
Colegio de Hijas de María Inmaculada para el servicio doméstico”. El Sr. Arzobispo animó a las señoras a seguir
en lo que habían comenzado porque en Guadalajara empezaba a hacer mucho bien la
Obra de la Congregación.
M. Gloria de María aprovechó el entusiasmo del Prelado para decirle que la casa que ocupaban resultaba muy pequeña, y Monseñor Orozco ofreció el antiguo convento de los Dolores que él mismo había empezado a habilitar para seminario pero los sucesos ocurridos en el país le habían impedido completar el proyecto.
Que bueno para enterarnos de los acontecimientos de la Congregación en otros países. Una buena ayuda para valorar todo lo que la Congregación ha hecho y sigue haciendo a partir de los cimientos puestos por nuestras antecesoras
ResponderEliminarQue bueno para enterarnos de los acontecimientos de la Congregación en otros países. Una buena ayuda para valorar todo lo que la Congregación ha hecho y sigue haciendo a partir de los cimientos puestos por nuestras antecesoras
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