«Luego concentrando su pensamiento y su alma solo en Dios,
empezó a decir jaculatorias, oraciones fervorosísimas, comuniones espirituales
inflamadas, sin cesar, a pesar del ahogo que iba en aumento, dejándonos
admiradas con su entereza, su valor, su paz y tranquilidad de espíritu
verdaderamente admirables, y aún más, con ese amor y unión con Dios que
reflejaban su semblante y sus palabras. El Dr. Mariani cuando vino a verla,
anochecido, dijo que moriría a las pocas horas, que lo más que podía durar era
hasta las 12 de la noche. La Stma. Virgen quiso prolongarle algunas horas más
la vida a su amante hija, contra los vaticinios del médico, por satisfacer sus
deseo llevándosela el sábado. Desde las 10 de la noche estuvo siempre delirando;
pero si nos había admirado con todo su conocimiento, más nos admiró en el
delirio. El Padre decía, con mucha razón, que si las palabras dichas en delirio
no tienen valor, lo tienen muy grande cuando son proferidas en el delirio de la
muerte, pues demuestran lo que hay en el corazón y lo que se ha pensado y se ha
hecho toda la vida. Su delirio fue sobre el cielo, y centenares de veces repitió “¡Al cielo! ¡Al cielo!” alternando con
las frases más tiernas a Dios y a la Stma. Virgen que la venían a buscar, y su pena
y desconsuelo porque la tenían sujeta y no la dejaban marchar. También a
intervalos deliraba (pues en su fervor no dejaba de hablar ni un momento) con
el respeto y reverencia a la Rma. Madre y M. Superiora, del que siempre fue
ejemplo; con la humildad, cuya virtud la distinguió; con el celo por las
chicas, que la devoraba; con el amor al trabajo y al sacrificio, al que se
abrazó en cuerpo y alma y con la santa pobreza y obediencia que siempre
practicó con perfección. Si en estos coloquios se distraía un rato, bastaba que
se le llamara la atención, para que volviera con mayor fervor a sus
invocaciones de amor a Jesús y a María y a sus deseos del cielo; y si llevada
de estas ansias se quería bajar de la cama violentamente y dejar los lazos que
a su parecer la oprimían, bastaba que se la indicara suavemente que era
voluntad de Dios o de la Rma. Madre que permaneciera tranquila, para que en el
acto se serenara. Persuadido el Padre cada vez más, como nos decía, que era un
alma justa y predestinada la que expiraba, a lo último no le hablaba casi ni
una palabra, porque, como añadió, ella se
decía a sí misma más de lo que él ni nosotras podíamos decirle. El Padre
tuvo que marcharse a las 7 de la mañana por tener que celebrar necesariamente
en la residencia, con sentimiento de no asistir a sus últimos momentos. Todas
creíamos que estos serían terribles producidos por un violento ataque de
disnea; pero se conoce que Ntro. Señor viéndola bastante purificada con las 10
ó 12 de agonía, la quiso dulcificar a lo último el sufrimiento y se quedó más
tranquila y con menos ahogo; por lo que casi nos hizo volver a concebir
esperanzas. A las 7 ¾ empezó el estertor, y a las 8 sin el menor movimiento ni
sacudida y con su mismo semblante plácido y sereno, exhaló el último suspiro, dejándonos
a todas, más que con pena, con el inmenso consuelo de que al perder a nuestra
amada H.ª que tanto había trabajado y tanto bien había hecho en el Instituto,
lográbamos una intercesora más en el
cielo que seguramente nos alcanzaría muchas gracias del Señor». (De una
Carta de M. María del Socorro de Peñalver, a la muerte de H. María Ángela
Rodríguez)
H. María de la Asunción Zabala natural de
Navermeo (Vizcaya) España. Entró en la Congregación el 28 de febrero de 1897.
Falleció en Madrid el 30 de mayo de 1899 a los 22 años de edad y dos de vida
religiosa.
H. María Josefina de Santísima Trinidad Lara
García de Mesa natural de María (Almería) España. Entró en la Congregación el
15 de agosto de 1945. Falleció en Ciudad Real el 30 de mayo de 2011 a los 87
años de edad y 65 de vida religiosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradezco sinceramente los comentarios. Si tienes alguna consulta para hacer acerca de cualquier tema relacionado con la historia del Instituto y esperas respuesta, por favor, deja un contacto en el mismo comentario o en la dirección de correo histrmi@gmail.com. GRACIAS