Hace 130 años...
La habitación donde pasó Santa Vicenta María los últimos meses de su vida y donde las religiosas velaron su cadáver hasta que la gran afluencia de personas que querían verla obligó a trasladarla al “saloncito de columnas” más accesible a la gente de la calle, se convirtió casi por inercia en un lugar de oración, nadie pensó en la posibilidad de volver a ocupar aquel espacio para algo que no fuera rezar, y dejarse empapar del legado de santidad a la Congregación que la Madre Fundadora había sellado entre aquellas paredes. Transformada la habitación en Oratorio privado, el día 4 de febrero de 1893, el Obispo de Madrid, D. José María Cos y Macho, concedió licencia para que pudiera celebrarse Misa en aquel altar. Tres años más tarde, el invierno fue duro y la salud de muchas hermanas se resintió seriamente. Por ese motivo, y “teniendo en cuenta el número de enfermas que existen en esa Congregación y mientras duren estas circunstancias” se concedió trasladar el Santísimo de la Capilla al Oratorio privado, convirtiendo así a la Casa Madre, el día 5 de febrero de 1896, en la primera de las casas del Instituto que albergó dos Sagrarios con la presencia de Jesús Sacramentado entre sus muros.Después de la Beatificación el recinto fue modernizado con un nuevo altar construído con el arcón de madera tallada, obra de los Talleres Granda, que conservó los restos mortales de la Madre Fundadora desde 1925 hasta 1931 y desde 1939 hasta 1951 cuando su cuerpo fue trasladado en la capilla adosada a la iglesia, donde descansan actualmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradezco sinceramente los comentarios. Si tienes alguna consulta para hacer acerca de cualquier tema relacionado con la historia del Instituto y esperas respuesta, por favor, deja un contacto en el mismo comentario o en la dirección de correo histrmi@gmail.com. GRACIAS