10 de marzo

Era el año de 1871... poco antes, el 22 de febrero, el grupo de señoras que vivían en el Asilo de sirvientas, de la madrileña plaza de San Miguel, dedicadas a la acogida, formación y protección de las jóvenes habían empezado a observar el ritmo de vida comunitaria, espiritual y apostólica que marcaban las Reglitas provisionales. Tres años antes, en la Solemnidad de la Santísima Trinidad, cuando todavía vivían en la calle de Cañizares habían celebrado la primera Eucaristía en el Oratorio del Asilo. 
El 10 de marzo de 1871, el beato Pio IX, concedía a doña María Eulalia Vicuña, mediante un Breve, la gracia de que pudieran celebrarse en el Oratorio de la casa, además de la Misa diaria, dos Misas el día de la Solemnidad de la Concepción Inmaculada de la Virgen María, y tres en la noche de la Navidad.